Casco antiguo de Marbella, Vida fácil y práctica

Aquellos que pensaban que Marbella era solamente playas, turismo, lujosas zonas residenciales y hedonismo, deberá pensar dos veces. Justo detrás del boulevard principal de la ciudad se encuentra un laberinto de callejuelas y plazas que componen el Casco Antiguo de Marbella.

Mucho antes de que Marbella se convirtiera en un destino turístico cosmopolita era un pueblo de pescadores situado en una larga curva de la costa Mediterránea. A pesar de ser tan solo uno más de una hilera de pueblos situados entre amplios campos, fue escogida por su clima placentero y su ubicación espectacular – situada entre playas arenosas y las laderas de la icónica montaña La Concha.

Como todo pueblo digno español, este era un sitio que a lo mejor carecía de modernas instalaciones pero era rico en cultura, historia y tradición. Detrás de las casitas de los pescadores que se han convertido en apartamentos y hoteles a pie de playa, estaba la parte clásica del pueblo; un laberinto de callejuelas y plazas con fuentes y naranjos.

Es aquí donde casitas blancas se yerguen una al lado de otra, rodeadas de un muro medieval que también fue sustento de iglesias Barrocas y hogares señoriales. En Europa, uno debe tan solo observar estas zonas para saber la edad y prominencia de una ciudad o pueblo, y a juzgar por esta Marbella tiene una historia larga y sorprendentemente rica, habiendo sido un asentamiento Fenicio, Romano y Árabe antes de convertirse en un punto estratégico de la costa sur española.

Encanto Clásico en un entorno moderno

Los finales del siglo 19 vinieron acompañados de una gran prosperidad en forma de minería. Aunque casi imposible de imaginar en relación a la Marbella de hoy, Marbella fue uno de los primeros centros mineros de hierro de España. El mineral encontrado en la Sierra Blanca era transportado con la ayuda de un ingenioso cable que iba directamente desde las montañas hasta una pequeña plataforma en el mar, cuya estructura principal se puede ver todavía el este del centro de Marbella.

Todo ello sería suplantado por el boom turístico que comenzó en la segunda mitad del siglo 20, pero mientras que apartamentos, hoteles y tiendas modernas transformaban a Marbella de punto rural sobre la costa a destino turístico, su centro neurálgico clásico permaneció intacto. Escondido detrás de la Avenida Ricardo Soriano, podría fácilmente pasar desapercibido, pero el casco antiguo de Marbella es un excelente recordatorio de la comunidad que ha vivido aquí durante siglos.

Preciosamente mantenido, es mayoritariamente un laberinto peatonal de callejuelas y plazas alineadas de tiendas, bares de tapas, cafeterías y restaurantes. Ofrece una bonita mezcla de encanto tradicional Andaluz y refinamiento moderno en bares de moda, galerías de arte y hoteles boutique, al todavía ser este un sitio sonde uno puede disfrutar de placeres autóctonos como bares de tapas animados, churros con chocolate y encantadores almacenes/tiendas de barrio.

Tan popular entre turistas como entre locales, el casco antiguo de Marbella es también un sitio con una comunidad de residentes, con una de las Iglesias mas bonitas de Marbella y muchas propiedades históricas que han sido restauradas y convertidas entre otras cosas en hogares con mucho carácter y presencia. La persona que elige vivir aquí ha descubierto la parte verdaderamente Andaluza de Marbella.