Adaptabilidad empresarial en tiempos difíciles
Mucho se hablará en los meses y años venideros sobre el impacto negativo que la situación del coronavirus habrá tenido en la economía en general y en ciertos sectores en particular, pero esta extraña situación también ha provocado que muchas personas se vuelvan altamente flexibles, adaptables y francamente innovadoras, lo que generará la creación de nuevas oportunidades comerciales y distintos métodos de servicio e interacción de una manera que de otro modo no se habría producido tan rápidamente.
Las crisis sacan lo peor y lo mejor de las personas, y de la necesidad, también emergen periodos de gran innovación y creatividad. Esto se puede equiparar, en cierto modo, al desarrollo de tecnología en durante episodios bélicos, tecnología que posteriormente retroalimenta la economía a través del consumo de estas innovaciones, y también lo vemos en el avance y progreso a nivel empresarial. Visto de este modo, las crisis provocan un escenario de supervivencia casi darwiniano en el que solo sobreviven los "más aptos" y los que mejores se adaptan a través de su creatividad.
Muchas industrias y negocios no solo sobrevivirán a los daños provocados por esta crisis en particular, sino que volverán a su punto culminante en poco tiempo, con ciertos beneficios producidos por una tendencia que ya se dejaba ver con anterioridad: un escenario laboral más flexible, y una mayor capacidad para lograr un mejor impacto en la relación con sus clientes. Quienes pueden trabajar desde casa han encontrado una manera de equilibrar la vida familiar y comercial, mantenerse en contacto con los clientes, brindarles un servicio y continuar ejerciendo su actividad de forma más eficaz.
La evolución del lugar de trabajo
Las nuevas e innovadoras tecnologías de comunicación nos proveen herramientas para lograr un resultado óptimo, desde enviar y compartir archivos a través de WeTransfer o Dropbox, hasta hacer tours virtuales en propiedades, tal y como ya lo hacen muchas inmobiliarias. Esto nos permite minimizar al máximo el daño provocado por la crisis y el confinamiento, y nos ayuda a progresar encontrando nuevas oportunidades, prevaleciendo más competitivos que nunca.
Vemos cada vez más gente flexibilizando sus formas de trabajar, trabajando tanto en la oficina como en casa, y siendo valorados no simplemente por su puntualidad en la oficina, si no por su productividad, independientemente del lugar desde el que trabajan. Siendo honestos, se puede tener una brillante idea mientras se pelan cebollas, o estando en el escritorio de la oficina, de modo que el concepto de cómo y dónde trabajamos está evolucionando y las nuevas tecnologías sustentan este cambio.
“Este cambio en el modo de trabajo, no eliminará la importancia de una oficina física en el largo plazo”, remarca el Doctor Lee Elliott, Jefe del departamento de investigación de Knight Frank a nivel global. “Las oficinas tendrán un rol primordial en la comunión de los equipos de trabajo, y en la creación de la cultura colectiva, que no se puede obtener trabajando de forma virtual”. La investigación llevada a cabo por el Dr. Elliot y su equipo de Knight Frank, muestra que la forma en la que trabajamos será cada vez más flexible y dependiente de la tecnología.
Por ende, el principal desafío será adaptar nuestra conciencia y encontrar soluciones creativas a las dificultades creadas por la crisis del Coronavirus, y quedarnos estancados. Como resultado, más y más gente flexibilizará su jornada laboral haciendo uso de las nuevas tecnologías para mejorar la comunicación, tales como videopresentaciones, y conjugar al mismo tiempo trabajo y ocio, hasta que se acabe la crisis y sus consecuentes restricciones. Esto significa que las oficinas y los espacios de trabajo se tendrán que adaptar a estos cambios, al igual que los hogares.
El sector inmobiliario comercial y de oficinas cambios para adecuarse a las nuevas necesidades a la vez que las viviendas incorporarán zonas de trabajo cada vez mejor equipadas para establecerse como un puesto de trabajo alternativo facilitando el vínculo y el intercambio de información con los clientes. Este escenario abre un nuevo mundo de posibilidades creativas y búsqueda de soluciones, de modo que veremos una nueva generación de hogares, oficinas e inmobiliarias con gran capacidad tecnológica que permitirán al mundo trabajar de forma más flexible y eficaz.
Pia Arrieta, 09 Jun 2020 - Informes
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