Teresa y Alfonso, enamorados de su casa en la playa de Guadalmina Baja, Marbella

Teresa y Alfonso, un encantador matrimonio español, ponen a la venta su casa en Marbella, una propiedad que ha formado parte de sus vidas desde hace más de una década. Su ajetreado ritmo de vida actual y el hecho de que sus hijos ya no son unos niños, hacen que ya no puedan disfrutar con asiduidad de su segunda residencia, por lo que han decidido que es hora de que otros afortunados propietarios disfruten de esta preciosa villa junto a la playa. Aquí nos cuentan su experiencia.

Tenemos la casa desde hace 12 años y antes perteneció a la familia de Alfonso. Llevamos muchos años pasando nuestras vacaciones en Guadalmina, nos encanta porque es un sitio tranquilo familiar donde los chicos tienen muchos amigos, se divierten y pueden hacer su vida sin ningún problema. Nos gusta porque tiene 2 campos de Golf a los que puedes ir casi andando y eso si eres aficionado es un lujo y porque tiene una ubicación perfecta sobre todo con los nuevos accesos que te permiten estar cerca de todos lados pero sin ruidos ni aglomeraciones.

La casa siempre ha estado muy cuidada, fue construida por un arquitecto muy conocido para utilizarla como su vivienda y se nota en cuanto a las calidades de construcción y los espacios tan grandes que en la actualidad la han convertido en una casa atemporal pero con el encanto de lo clásico. Su jardín es la parte favorita de mi marido, está muy asentado con árboles grandes, pero cada año tenemos plantas nuevas o alguna pequeña innovación. Y la pista de padel y la sauna y el jacuzzi son la parte favorita de nuestros hijos.

A mi me encanta la decoración y hace 6 años diseñé con la ayuda de un arquitecto la reforma de la zona de cocina y servicio y la zona del dormitorio principal con sus vestidores y baño, estoy encantada con la parte nueva sobre todo porque no se nota nada los metros que añadimos a la casa. Creo que quedó genial.

Personalmente, lo que más me gusta es como se integra el jardín en la casa con esos grandes ventanales que ves nada mas entrar y la distribución en una sola planta con espacios amplios pero a la vez acogedores que te hacen sentir a gusto nada más entrar en ella.

Desgraciadamente las circunstancias han cambiado, nuestros hijos ya no van tanto y nosotros vivimos en Madrid con muchos líos y poco tiempo para escaparnos para disfrutarla. Cada vez vamos menos y hemos decidido, con pena, venderla. Les deseamos a los nuevos propietarios que este maravilloso hogar les proporcione tanta felicidad y momentos entrañables como a nosotros.

Diana Morales, 13 Nov 2012 - Propiedades